Continúa el dominio indiscutible de Alfa Romeo en las clásicas ‘1000 Miglia’. De hecho, en la 42ª edición de lo que Enzo Ferrari llamó “la carrera más bella del mundo” terminó con un coche del Biscione en cabeza.

A la altura de los jardines del Rebuffone en Viale Venezia en Brescia –tradicional e histórico punto de salida y llegada de las 1000 Miglia– el Alfa Romeo 6C 1750 Super Sport de 1929 conducido por Vesco-Salvinelli ha cruzado primero la línea de meta en la 42ª edición de la recreación histórica de las ‘1000 Miglia’ –actualmente carrera de regularidad reservada a los modelos que han corrido las 1000 Miglia históricas o que se produjeron en el mismo período (entre 1927 y 1957).
El Alfa Romeo 6C 1750 Super Sport de 1929 del equipo Villa Trasqua, pilotado por el dúo Vesco-Salvinelli, subió a lo más alto del podio de la recreación histórica de la Freccia Rossa tras un duelo cara a cara con el Lancia Lambda Casaro VII Serie de 1927 de la tripulación Fontanella-Covelli, que ganó la medalla de plata. En tercer lugar, quedó de nuevo un Alfa Romeo conducido por el dúo Aliverti-Valente, también con un 6C 1750 de 1929.

El recorrido, de Brescia a Roma y vuelta, incluso aterrizando en Turín después de 76 años, más de 400 coches clásicos compitieron en una carrera en la que es importante ser rápido, pero también metódico, continuo y flexible, preparado para hacer frente a los miles de imprevistos que puede presentar un recorrido de más de 2.000 km